Los mandamientos de El principito
para la vida
1.- "Solo con el corazón se
puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos". Es su primer
mandamiento. Lo valioso no se mide ni se toca. Tampoco se paga con dinero. Una
lección muy aplicable a la situación de crisis actual en la que la avaricia ha
sepultado los principios importantes.
2.- Su segundo principio apuesta por
saber valorar la simplicidad de las cosas. "Las personas mayores no
son capaces de comprender las cosas por sí mismas. Es muy aburrido para los
niños tener que darles una y otra vez explicaciones", dice en el libro.
3.- El héroe literario cree que
"uno es para siempre responsable de lo que domestica", que el
roce hace el cariño, valora el valor de la amistad, de la responsabilidad y del
compromiso. "Yo no te necesito, tú tampoco tienes necesidad de mí, pero si
me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí
único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo", le dijo a su amigo
el zorro.
4.- El personaje cree que es
importante conocer las propias limitaciones y que "se le debe pedir a
cada uno lo que está a su alcance realizar". En su decálogo de
enseñanzas también anima a hacer ejercicio de autocrítica. "Es mucho más
difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte
rectamente es que eres un sabio".
5.- Hablando de su flor, la rosa que
abandonó en su planeta antes de partir, el Principito señalaba: "Debí
haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras, me perfumaba y me
iluminaba, ni debí haber huido jamás". Debí haber adivinado su ternura,
detrás de sus pobres astucias. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era
demasiado joven para saber amarla". En su sexto mandamiento al final
el principito reconoce el valor de la experiencia.
6.- Además de valorar la amistad y la
complicidad, el personaje también tiene su interpretación relativa. "Amor
no es mirarse el uno al otro , sino mirar los dos en la misma dirección",
dice. En la era del Iphone, en el que muchas parejas se miran y no se ven, el
Principito apuesta por remar en la misma dirección, hablar y comunicar.
7.- En su periplo el héroe literario
ya percibió el olor a podrido de las finanzas. "Conozco un planeta
en el que vive un señor muy colorado. Nunca ha olido una flor. Nunca ha
contemplado una estrella. Nunca ha amado a nadie. Nunca ha hecho otra cosa que
sumas. Se pasa el día diciendo: 'Soy un hombre serio, soy un hombre serio', lo
que le hace hincharse de orgullo. ¡Pero eso no es un hombre, es un
hongo!", dice el relato literario.
8.- Un mandamiento enlaza con el otro
y al niño eterno le molesta que se valore a la gente por lo que tiene y no
por lo que es. Dice que "a los mayores les gustan las cifras. Cuando
se les habla de un nuevo amigo jamás preguntan lo esencial del mismo. Nunca
preguntan: '¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar
mariposas? Pero en cambio preguntan ¿Qué edad tiene? ¿Cuanto pesa? ¿Cuanto gana
su padre? Solamente con esos detalles creen conocerte'.
9.- En su encuentro con el hombre de
negocios, el Principito le pregunta al avaro qué hace con todas las
estrellas que posee. - "Nada, solo las poseo", le responde el
financiero. - "Y ¿para qué te sirve poseer las estrellas?", le dice
el héroe ficticio. - "Me sirve para ser mas rico". Para comprar más
estrellas si alguien las encuentra". - Pero "¿Cómo se pueden poseer
las estrellas?".
10.- Última moraleja: todas nuestras
acciones tienen consecuencias. "Nada en el universo sigue siendo igual
si en alguna parte, no se sabe dónde, un cordero que no conocemos ha comido, o
no, a una rosa...". Todo lo que sucede al otro lado del mundo, de una u
otra manera, nos acaba afectando.
"Cuando el misterio es demasiado grande, es imposible desobedecer"
(El Principito)
¡Que tengáis un gran fin de semana!
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